Lo que NO es una estrategia de bienestar integral dentro de su paquete de compensación y beneficios

A continuación le presentamos algunos ejemplos que pueden ser útiles para entender por qué algunas iniciativas no generan el compromiso y la productividad que usted desea dentro de la organización:

Juegos en la oficina no reemplazan el bienestar integral: Las mesas de futbolito, la consola de videojuegos o las mesas de ping-pong pueden parecer atractivas, pero no son suficientes para abordar el bienestar de manera holística. Según un estudio de Gallup (2021), solo el 8% de los colaboradores consideran estas actividades como una fuente real de bienestar. Es vital ir más allá de la diversión superficial y centrarse en crear programas que reduzcan los factores que generan estrés, promuevan la seguridad psicológica y apoyen un balance genuino entre el trabajo y la vida personal.

Eventos esporádicos sin continuidad no construyen una cultura saludable: Los días temáticos o actividades puntuales pueden ser entretenidos, pero no sustituyen un plan continuo y estructurado.

Según McKinsey (2022), las empresas que implementan estrategias de bienestar continuas ven un 25% menos de rotación de personal en comparación con aquellas que solo celebran eventos ocasionales. La clave está en mantener un enfoque constante que promueva el bienestar todos los días del año.

Correos o mensajes motivacionales sin acciones concretas: Los mensajes inspiradores están bien, pero para tener un impacto real deben ir acompañados de acciones tangibles y coherentes. Un artículo de Harvard Business Review (2020), señala que el 70% de los colaboradores se sienten desconectados cuando las palabras no están respaldadas por comportamientos reales en el entorno de trabajo. Cualquiera que sea su canal de comunicación interna, aprovéchelo para entregar recursos y herramientas útiles que ayuden a los equipos a mejorar su bienestar físico, emocional y mental de manera consistente.

Snacks saludables sin enfoque integral en la salud: Aunque ofrecer opciones saludables es positivo, el bienestar va mucho más allá de la alimentación. Un enfoque integral debe incluir apoyo emocional, programas de salud mental y la promoción de relaciones laborales basadas en la confianza. La Organización Mundial de la Salud ha afirmado que la inversión en salud mental puede aumentar la productividad hasta en un 30%. No se trata solo de lo que comemos, sino de cómo nos sentimos en el trabajo.

Interpretar el bienestar como una moda pasajera es un error costoso: El bienestar laboral no es una tendencia temporal, es un compromiso continuo con la salud física, mental y emocional de tus colaboradores. Las empresas que lo ven como una estrategia de largo plazo tienen una ventaja competitiva clara. Un estudio de Deloitte (2021) encontró que las organizaciones que invierten en bienestar aumentan su capacidad de retener talento en un 60%.

Una estrategia de bienestar integrada debe ser continua, co-creada con los colaboradores y alineada con sus necesidades reales. El esfuerzo invertido se reflejará en personas motivadas, productivas y emocionalmente estables.

Si requiere apoyo en la construcción y diseño de una estrategia integral de Beneficios y Bienestar, comuníquese con nosotros.