La mayoría de las personas que llevan un estilo de vida más sedentario probablemente conozcan los beneficios del ejercicio. Entonces, ¿por qué tanta gente no hace ejercicio? Averiguar por qué parecemos tan reacios a hacerlo puede ayudar a equilibrar el lugar de trabajo cuando tantas personas trabajan en lugares que no fomentan mucho el movimiento.
La actividad física es buena para nosotros. Los científicos y los profesionales médicos han instado a las personas durante años a hacer más ejercicio. Se recomienda diferentes niveles de actividad física, incluido el tiempo de juego y el ejercicio según la edad, que incluyen:
- Niños pequeños y preescolares: al menos 180 minutos (y más es mejor), de correr, lanzar y jugar durante el día.
- Niños en edad escolar (hasta 17 años): al menos 60 minutos al día de actividad vigorosa y varias horas al día de actividad ligera.
- Adultos (18-64): Los adultos deben estar activos todos los días de la semana y acumular entre 150 y 300 minutos de actividad moderada por semana o 75-150 minutos de actividad vigorosa (o alguna combinación de ambos, teniendo en cuenta que más es mejor).
- Adultos mayores (65+): Al menos 30 minutos de actividad moderada la mayoría de los días (se prefiere 7 días a la semana).
Las recomendaciones diarias no ocurren para la mayoría de las personas
Desafortunadamente, aunque sabemos lo que se recomienda, muchas personas no lo cumplen. O bien, hacen planes para hacer ejercicio y comienzan con fuerza, pero luego ceden a las excusas y dejan de hacerlo.
La actividad física es necesaria para mantener nuestro cuerpo sano y feliz. Existe una gran cantidad de investigaciones que explican cómo el ejercicio puede reducir las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, el cáncer de colon y el cáncer de mama.
Incluso con toda esta evidencia, alrededor del 74% de las personas no hacen al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana. Los niños también se están volviendo más sedentarios, lo que puede provocar la aparición temprana de enfermedades, incluida la diabetes tipo II.
El precio económico de la inactividad ya es un factor para los sistemas sanitarios de todo el mundo. Las cifras que se remontan a 2013 estiman que la inactividad física cuesta al menos USD50.000 millones en todo el mundo y es probable que estas cifras sigan aumentando.
Un cerebro sin ejercicio es un cerebro sin longevidad
Además de los obvios beneficios para nuestro cuerpo físico, el ejercicio ofrece muchos beneficios para el cerebro. Se ha demostrado que la actividad física previene o ralentiza la pérdida de la función cognitiva que normalmente asociamos con el envejecimiento.
A medida que envejecemos, la corteza y el hipocampo tienden a atrofiarse, lo que afecta negativamente la función de la memoria. Los estudios de neurociencia en adultos mayores han demostrado que la cognición y el nivel de condición física están vinculados y las personas más en forma tienden a tener cerebros más sanos y con mayor funcionamiento. Los estudios de resonancia magnética también han encontrado que la materia gris prefrontal y temporal es mayor en pacientes mayores físicamente activos.
El estrés es otro factor que juega un papel importante en nuestras vidas. Los estudios han demostrado una relación inversa entre la actividad física y el estrés. Cuanto más hagamos ejercicio, es probable que nuestros niveles de estrés sean más bajos. Otras técnicas de manejo del estrés como la meditación y el yoga pueden ayudarnos a mantenernos encaminados para alcanzar los objetivos de actividad física.
La aptitud física no es solo una de las claves más importantes para un cuerpo sano, es la base de la actividad intelectual dinámica y creativa.
John F. Kennedy
Entonces, ¿por qué la gente todavía no hace suficiente ejercicio? La respuesta a esta pregunta es complicada, pero los científicos han demostrado que factores como el costo, el acceso al cuidado de los niños, la poca conciencia, el miedo a hacer ejercicio solo y la accesibilidad a instalaciones adecuadas pueden disuadir a las personas de hacer ejercicio.
Cosas para recordar:
- Siempre hable con su médico o proveedor de atención médica antes de comenzar un programa de ejercicios, especialmente si no está en forma.
- ¡Encuentre algo que le guste! ¿Quiere bailar? Bailar es una forma fantástica de quemar calorías y mejorar la salud de su cuerpo y su mente. ¿Le encanta escalar rocas? Busque un grupo local al que unirse. ¿Quiere probar un 5K? Descargue una aplicación que le ayude a alcanzar sus objetivos.
- Agregue pequeñas cantidades de ejercicio durante el día. Sáltese el ascensor y suba corriendo las escaleras. Mantenga un par de zapatillas cómodas en su escritorio y salga a caminar después del almuerzo. Estacione más lejos de la puerta de las tiendas o restaurantes para que pueda introducir algunos pasos adicionales. Tómese un descanso aproximadamente cada hora para estirar y mover su cuerpo en el trabajo.
Los líderes que no se ejercitan lo suficiente no estarán tan capacitados física o mentalmente para liderar como sus contrapartes que dedican tiempo todos los días al ejercicio.
Fuernte: Silvia Damiano, creadora del Programa I4 Neuroleadership. Diciembre 2019.